Un lugar sumamente acogedor y bonito la decoración preciosa, la atención de los meseros oportuna y agradable.
La comida es variada, hay ensaladas, sanduches y platos fuertes. La carta de vinos es extensa.
Recomiendo pedir un entrante ya que solo con un plato fuerte si es de gran apetito, tal vez no se llene.
Excelente lugar, hermosa vista a una gran parte de la ciudad de Quito, se alcanza unas muy buenas tomas para fotografía, el lugar es elegante, la comida excelente, calidad y frescura, pero lo que cabe recalcar de este lugar es la atención. Tuve el gran honor de conocer a Pablo, la persona que nos atendió, el cuál nos hizo pasar una gran velada. Recomendación: si asisten a este restaurant pregunten por Pablo, no sé arrepentirán.
Adjunto fotografías de la experiencia en el restaurant.
Pensé que este lugar debía ser el preciso para celebrar una fecha especial. No me equivoqué. Pasamos súper bien, fue una noche divertida. Comimos muy bien aunque este aspecto al menos en las empanadas de Morocho no es el fuerte de este restauran ya que tenían un exceso de aceite. Sin embargo el lomo la piedra estuvo muy bueno. El servicio de los meseros es bueno también. Lo más destacable de este restaurante es la vista espectacular al centro histórico.
Recomiendo ir en pareja o amigos por la noche.
Se debe ir abrigado por si acaso ya que al estar en un lugar alto, al salir al parqueadero por la noche hace frío. Además tomar en cuenta que es Quito.
Me encantó el lugar. Tiene una vista privilegiada del centro histórico y para un atardecer es hermoso. La comida exquisita. La entrada de pulpo a la parrilla con su salsa nos gustó mucho y los platos fuertes de salmón y bife de chorizo tuvieron buena porción y su sabor delicioso.
Todo muy bien; el servicio, la comida y las vista es espectacular!!!. Felicitaciones todo bien. Mi recomendación; ir con al atardecer y con una buena cámara de fotos. Si tienes vertigo, no subas por el ascensor, jeje.
Guillermo Armando Hernandez
+4
La atención en general bien, pero demorado. Los alimentos y bebidas bien en general. El chicharrón un poco salado para mi gusto.
El ambiente y decoración muy buena, la experiencia para tomar fotos entre amigos es recomendable. La vista del centro de Quito es bastante buena si no hay neblina.
De noche la vista sobre el centro colonial de Quito iluminado es espectacular.
Y quizas por suerte ya que esto atrae la mirada hacia este lado, y no por el lado donde el edificio esta en obra, tapada de planchas y bastante polvoriento!
La comida estuvo bueno con atención rápida, aun que ordeno un grupito de unas 10 personas justo ante nosotros.
La mesera, de quien no tengo el nombre, fue muy amable, profesional y eficiente.
Un lugar muy hermoso para disfrutar de una vista espectacular y su comida deliciosa
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