Ricardo Rabinovich-Berkman
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Creo que es lo mejorcito de Binford, esa cuadrita que bulle de restaurantes populares con precios más accesibles que los exóticos valores pedidos por la zona de la avenida Darwin. La comida es muy buena y rica. Cae bien. El personal que atiende es muy amable. Al propietario, Don Pippo, se lo ve más preocupado por atraer clientes que por atenderlos bien. El almuerzo de tres platos es sustancioso y gustoso, la cocinera excelente. En realidad son dos platos y un chiste de postre, un miniminimini pastelín. Los jugos que van incluidos están bien. Las pizzas están buenísimas. Recomiendo la Pirata, que realmente trae un gran surtido de mariscos. Con la más pequeña, pueden comer dos si no quieren engordar. El tiramisú también es digno de ser experimentado. Recomendación al establecimiento: ya no ahorren en servilletas, pongan un servilletero llenito en cada mesa. Queda flojo. Y otra: si dos personas piden una pizza para compartir, se trae la dicha pizza en un plato, y dos platos más, uno por cada comensal. En fin, como diría Julio Iglesias, faltaron los detalles más pequeños, pero vale mucho la pena igual.
El trato ha sido inmejorable así como las recomendaciones para degustar. Langostino, pasta pesto y pizza pirata alucinantes. Sin duda cuando volvamos a venir por la isla volveremos a repetir con Don Pipo, entrañable y súper amable!
Hicimos una reserva con anticipación para 18 personas y súper bien, la langosta muy Rica con ensalada arroz y patacones. Recomendado! La pasta carbonara también deliciosa.
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