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Los Motes Y Chugchucaras De La Guangüiltagua - Quito - Álbum de fotos

El producto que brinda es muy bueno y sabroso, un poco caro si. Pero lo que no se logra entender es la poca agilidad en el servicio y mucho más fin de semana que se entiende que ellos conocen que hay mayor concurrencia de gente con sus familias. Esperar MÁS de 30 minutos por una fritada, un mote, un
Restaurante localizado a pocos metros de la Iglesia de Fátima. Amplio sitio con agradable vista del norte de la urbe. Las porciones son grandes y los platos son frescos y de muy buen sabor. El punto débil es la lentitud de la operación, la caja no está sincronizada con la cocina - hay un tema con lo
La atención fue normal, se demoraron mucho en pasar el pedido a pesar de no haber gente y solo pedir 2 platos. En cuanto a porción 8/10 Fue un mote mixto (adjunto foto) precio $6 Creo que hay mejores opciones en Quito. A mi parecer en general le doy un 7/10
Deliciosa comida tradicional, les recomiendo ir de lunes a viernes que no es tan concurrido y los atienden rápido, si van un sábado son mínimo 1 hora de espera
Una vez más he recibido un pésimo servicio de parte de Motes de la Guanguiltagua. Me parece increíble que por segunda vez, en menos de 1 mes, me hayan causado incovenientes. La primera vez, la comida llegó regada, había solicitado un locro y llegó la mitad de la tarrina en la funda, junto con un ají
Viendo comentarios anteriores, se evidencia que la atención al cliente es un problema muy recurrente desde hace algún tiempo. La falta de personal para atención es alarmante. 1 solo mesero para 25 mesas es imposible que sea sostenible en el tiempo. No justifica bajo ninguna circunstancia la espera
En mi experiencia en ese lugar no fue nada agradable, la atención es pésima.!! La comida nos tardo más de una hora. Las mesas y el piso sucios y llenos de grasa. No sé los recomiendo para nada!
La comida buena pero el lugar es fatal. Muy sucio. No tenían jabón para lavarse las manos. El patio donde permiten el ingreso con mascotas tenia mesas viejas arreimadas y más parecía bodega. No volvería
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